Es verdad lo que dices. La ley de vida dicta que las cosas no son para siempre, y que los grandes grupos desaparecen y excepto que haya quién asuma el relevo, el rock terminará por ser un estilo anodino donde, como ocurre con la música clásica, las grandes obras serán las que se hicieron en el pasado. El rock ha tenido una progresión durante 50 años, pero el nuevo milenio es testigo de que siguen siendo las bandas nacidas en los años 70 y 80 las que mantienen el pabellón. Para cuando los grandes desaparezcan, será una tristeza para nosotros ver que nuestro único consuelo serán los discos, cd's y dvd's de quienes dejaron sus nombres escritos con letras de oro en la historia del rock.
Y es que ni hay relevo ni apenas bandas que sean tan transversales como Motörhead. Lemmy fue una persona que, como músico, tenía claro lo que quería hacer, que no tenía más ambición que hacer discos y salir a tocar. Vivió como quiso sin perjudicar a nadie, y aunque se aprovechó un poco del auge de la NWOBHM durante los primeros 80, supo dejar huella en el mundo del rock con un estilo único e inigualable de hacer música: nunca nadie sonó antes como Motörhead, y nadie será nunca capaz de sonar como Motörhead. Al igual que Led Zeppelin, Deep Purple, Jehtro Tull, Black Sabbath, Judas Priest, Iron Maiden o AC/DC, Motörhead será para siempre un sello propio de hacer rock, inigualable e inimitable, por muchas bandas tributo que se conformen en los próximos años para intentar resucitarles.
Para cuando todos los grandes se hayan ido, allá en nuestros 60 años, la escena del rock será un batiburrillo de bandas absolutamente mediatizadas por las discográficas, lo mismo que es el pop desde hace casi dos décadas, que se limitarán a copiar y repetir los esquemas que otros hicieron grandes antes.