Todos sabemos de las restricciones impuestas por las autoridades chinas a los shows de Maiden en su país: nada de pirotecnia, no tocar "Powerslave", que finalmente sí se tocó, cambiando sólo en el primer estribillo "powerslave" por "wicker man", nada de union jack en "The Trooper", nada de arrancarle el corazón a Eddie mientras tocaron "The Book of Souls", y nada de fotos ni videos desde la platea. Pues bien, en el concierto de Shangai, Dickinson fue totalmente fiel a sí mismo, y espetó a su audiencia: "Ellos dijeron nada de cámaras. ¿Y me importa? Que todo el mundo coja su cámara favorita y haga fotos. Es muy bueno estar en China. Nosotros destruímos en Beijing, y pensamos que aquello fue serio, ellos tenían una serie de reglas para ser seguidas, y teníamos reticencia para ser sometidos a ellas, no hicimos ningún juramento. No podemos hacer eso. A ver si podéis adivinar después el qué. Nosotros no le damos la menor importancia a eso, pues lo más importante es la música. Lo más importante es que estamos aquí, y vosotros estáis aquí. Vamos a tener una noche increíble. Donde estuvimos antes hicimos buenas fotos de los efectos de la pirotecnia, hielo seco y humo, es una vergüenza, ¿no os podemos traer eso? Pero la próxima vez tendremos una palabra al respeto de todo esto, la próxima vez, pues volveremos a China."