Recuerdo cuando estaba en el colegio y a las 5 de la tarde de un día concreto nos sonó a casi todos la alarma del reloj (no existían los móviles). Los habíamos programado todos por el cachondeo que había entonces con que, según una profecía, en ese momento concreto se acababa el mundo.
Bueno, aquí estamos, de momento. Todos sabemos que nuestro fin del mundo particular será cuando Iron Maiden se retiren.