Aplaudo punto por punto el comentario de Holysmoke78, poco que añadir al respecto.
El tema de los haters... salvando las distancias, me recuerda un poco a lo que pasa con Rafael Nadal. El mejor deportista español de la historia cuenta con su mayor número de críticos precisamente aquí, en España. Basta echar un vistazo a su Facebook para ver lo valorado y respetado que es en el resto del mundo.
Pues con Maiden me pasa igual, una banda ampliamente respetada en cualquier rincón del mundo, y aquí saltan cuatro cafres que se creen más listos que nadie a desprestigiar. Probablemente no sólo sea una cuestión de respeto, sino que además la mayoría de ellos no habrán ni cogido una guitarra en su vida. Lo cómodo es sentarse en el ordenador y teclear lo malos que son los Maiden mientras tu mamá te prepara la comidita.
Con esto tampoco quiero decir que solo por ser lo que han sido los Maiden, ya el disco tenga que ser una obra maestra. Si el álbum fuera una catástrofe, aquí el tío con más haterismo y bilis del mundo sería yo, más que nada por lo que esta banda significa para mí y el tiempo que llevo esperando este disco.
Pero no, no es así. Este nuevo trabajo, cuando lo asimilas, para mí es el más redondo desde Brave New World, como si por fin hubieran encontrado el estilo que venían persiguiendo desde el regreso de Adrian y Bruce.
Por tanto, no se trata de engañar a nadie. A quien no le guste el disco, que no lo escuche, así de fácil. Y a los demás, pues a disfrutar y apreciar el que probablemente sea el último rugido de la Bestia.