Rescato este hilo básicamente porque el libro me lo trajo Papá Noel en estas Navidades, y lo he leído a conciencia en estas semanas; me apetecía opinar sobre él. Resumiendo, estoy de acuerdo con Holysmoke en su reseña inicial. Más al detalle, el libro es decepcionante. Comienza ágil, y quizá el primer tercio del texto invita a leer todo lo demás con avidez; pero luego te encuentras con que el resto es plano, e incluso se nota un desenlace rápido, como si no hubiera más posibilidad de llenar páginas y hubiera que terminarlo ya, como en esas películas gruesas que terminan abruptas porque no había más presupuesto para metraje. A mí me da la sensación de que Juanjo Ordás no es fan de Maiden. Es interesante el enfoque sobre todo de los discos editados tras la vuelta de Bruce y Adrian, en el sentido de que los pone en valor y los contextualiza como un continuo en la carrera de la banda, pero denigrar discos como "Piece of mind", "Powerslave" o "Somewhere in time"... Un fan de Maiden no necesita apuñalar los discos clásicos de los 80 para poner en valor los publicados en el siglo XXI. De hecho, me parece curioso cómo salta de puntillas en el análisis de POM, POW o SIT, pero se alarga sobremanera en SSOASS y siguientes. Y las explicaciones de algunas cosas a veces son algo lineales y poco contextualizadas en la idiosincrasia de Maiden. Por ejemplo, la elección de temas para la gira "World Slavery Tour"; Ordás decide que haber dejado fuera temas como "Flash of the blade", "The Duellists" o "Back in the village" se debe claramente a su mediocridad. Sinceramente, cualquiera de los tres podría estar en un setlist, y quizá si nunca lo han estado se debe a que incluir "The rime of the ancient mariner" en aquella época suponía sacrificar otro tema sí o sí dada la duración del corte, más de 13 minutos.
Otro punto curioso es que Ordás considere AMOLAD como el disco de la madurez de Maiden... Caray... pues no pasaron años ni nada... AMOLAD puede ser el disco en el que Harris decidió colocar todas las influencias progresivas sin tapujos, pero considerar este disco como el de la madurez de una banda que llevaba entonces 31 años en activo, siendo AMOLAD su décimocuarto álbum de estudio... No sé, cada cual dirá una cosa diferente, pero para mí la madurez de la banda llegó de la mano de SSOASS, donde además dieron un paso adelante en el estilo de la banda; pero la madurez es plena: las guitarras se desarrollan como nunca escapando de la prisión del riff; Harris está incomensurable, lo mismo que Dickinson, y McBrain está flexible como pocas veces lo estará en el futuro...
El libro aburre cuando te encuentras en la mitad, sobre todo cuando caes en que muchas de las páginas son relleno, como por ejemplo cuando intercala los discos en solitario de Bruce, Adrian o Steve. Y luego, esa sensación de que muchas cosas que Ordás escribe no son opiniones, sino cortapegas de lo que ha ido encontrando cuando se documentaba para el libro. De hecho, hay cosas que están tal cual las hemos expresado en algún hilo de este foro (ironmaiden.es figura como fuente en la bibliografía). Es normal y necesario que alguien se documente para escribir un libro, da igual la temática, pero el arte del que escribe reside en fusionar esos conocimientos para que el texto sea propio; no me ha quedado esa sensación al terminar el libro.
Sinceramente, este libro es una decepción, básicamente porque no percibo rigor, y sí muchas buenas intenciones. Tampoco creo que se trate de una opinión subjetiva de Ordás, sino más bien una conjunción de cosas que ha ido recopilando. Y para cuando da una opinión... pues creo que no acierta. Como cuando habla del discurso vacío de Bruce sobre las descargas en internet, cuando en la gira "Give me Ed 'til I dead" Dickinson dijo aquello de que la gente descargase la canción "Wildest dreams" pero que se comprase el disco, que ellos no eran como Metallica. Según Ordás, Bruce hizo un discurso vacío sobre algo que no entendía... Sinceramente, cuesta creer que una persona como Bruce no sepa de lo que habla, máxime cuando hace mucho tiempo que Maiden se posicionaron claramente en no hacer el ridículo que sí hizo Metallica en su pelea con Napster. Ordás justifica su opinión en que las descargas ilegales no perjudicarían a la venta de discos de Maiden... pero obvia o no es consciente de que Metallica vende y vendía entonces más discos que Maiden, luego las descargas ilegales tampoco afectaban a las ventas de Metallica. Más bien creo que quién no entendió nada de ese tema fue el propio Juanjo Ordás.
No quiero extenderme. Los que hayáis comprado el libro seguro que tendréis vuestra opinión; lo cierto es que a mí me ha parecido un libro totalmente prescindible, que nos muestra a un Ordás incluso un poco pretencioso respecto a la música y a la idiosincrasia de Iron Maiden. Eso no quita que en algunas cosas coincida con él... pero lo mismo nos ha copipasteado en el foro...