Mi experiencia con esta gira se limita a ver los vídeos que están colgados en Youtube... y hasta julio no tendré la ocasión de verlo en vivo. Yo creo que, salvando las distancias que impone la edad, este tour está siendo muy especial, y posiblemente el que más huella vaya a dejar en los últimos veintimuchos años. Hay condicionantes externos que influyen, como es obvio, y que Holysmoke ya apuntó: el primero, que en este momento los músicos sí saben que se acerca el final de su carrera como Iron Maiden, algo que Steve ha ido verbalizando en muchas entrevistas a lo largo de esta gira; lo segundo, que quizá sirvió como detonante de lo primero, la enfermedad de Bruce y su restablecimiento, que ha dado alas a Bruce, en un estado de forma envidiable a sus 58 años, que se mueve por el escenario con una maestría si cabe mayor que la que viene atesorando en toda su carrera, que no es poca.
"The Book of Souls" ha resultado ser una gran sorpresa tanto para los fans de la banda como para el metal en general. Si dejamos al margen las típicas críticas denigrantes, que creo sólo buscan llamar la atención para generar lecturas y visitas, o a los haters más recalcitrantes, incorregibles, y que da igual cuál sea la realidad de las cosas que ellos seguirán en sus 13, lo cierto es que el nuevo álbum de Maiden ha dejado una muy buena sensación a mucha gente, y de hecho he leído varios artículos en prensa extranjera (la prensa "especializada" de aquí es para darles de comer aparte) donde consideran "The Book of Souls" uno de los mejores lanzamientos de 2015, lo cual no es moco de pavo cuando hablamos de que en el mismo año publicaron disco Paradise Lost, los emergentes y cada vez mejor considerados Ghost, Moonspell, Amorphis, Leprous, Faith no More, Steve Wilson, Disturbed, Megadeth... Todo ello ya sin hablar de los éxitos de ventas.
Esto ha provocado que los temas que tocan en vivo de este nuevo disco, "If eternity should fail", "Speed of light", "The red and the black", "The book of souls", "Death or glory" y "Tears of the clown" suenen como clásicos. Y aún a pesar de llevar una estructura más que sobada en cuanto a escenario, creo que es bastante espectacular todo el atrezzo, el juego de luces, los efectos pirotécnicos... Muchas veces me da la sensación de que esta gira se asemeja mucho a World Slavery Tour. Y para redondear han elegido algunos clásicos memorables, como "Powerslave", "Children of the damned", o "Wasted years", que al lado de las sempiternas "The Number of the Beast", "Hallowed be thy name" o "The Trooper" configuran un setlist que lógicamente no contenta a todo el mundo, pero en esencia es un set equilibrado, sensato, y donde además Bruce tiene tiempo de descansar la voz.
La banda suena fuerte, a lo que ha contribuido sin duda algún que otro aspecto técnico: como ya apuntó Holysmoke, el cambio de batería de Nicko, clave; la batería suena límpida, contundente, afilada... como en los 80, y no tan grave y confusa como en los últimos años. Harris vuelve a estar presente, y qué tanto, comandando la nave con mano firme. Las guitarras, salvo Gers, que ha tenido que esperar 16 años para usar un wah-wah, suenan más ochenteras, porque además sabemos que concretamente Murray ha buscado ese sonido para grabar sus partes en "The Book of Souls". Físicamente hay momentos en los que se les ve algo cansados, pero es normal; algunos están llegando a los 60, otros ya han llegado, y alguno ya está por encima de ellos... Pretender, como desean por ahí algunos iluminados, que salgan al escenario como cuando tenían 30 años, es, sencilla y literalmente, absurdo.
Es bastante probable que dejen testimonio visual oficial de esta gira; se lo merecen. Ni una sola banda de su generación está a su nivel, y si me descuido tampoco de generaciones anteriores, y apenas alguna de las posteriores. Cada vez que leo reseñas de shows leo casi las mismas palabras, y en todas se elogia a una banda con una longevidad tan grande que es capaz de dar tremendos conciertos. En alguna ocasión he leído que hoy por hoy Maiden son el mayor espectáculo que se puede ver dentro del heavy metal (dicho por un medio norteamericano), y para mí es muy significativa la tremanda impronta que la banda ha dejado en USA, donde no son precisamente un suceso como sí lo son en Europa o Suramérica.